La artritis psoriásica es un trastorno que causa dolor e inflamación en las articulaciones. Ocurre en personas con psoriasis, que es una enfermedad crónica (de larga duración) de la piel que se caracteriza por la presencia de un salpullido reseco en la piel, en forma de escamas y que causa comezón.
Este salpullido o erupción cutánea es más común en los codos, en las rodillas y en el cuero cabelludo. La psoriasis puede originar cambios en las uñas de los dedos de las manos y de los pies como pequeñas depresiones que semejan puntitos en la superficie de las uñas, llamadas fóveas. No todo el que tiene psoriasis presenta artritis psoriásica. Ambos síntomas pueden mostrarse al mismo tiempo y fluctuar con episodios de exacerbación.
Se desconoce aún la causa de la enfermedad. Se cree que factores genéticos (hereditarios), un funcionamiento incorrecto del sistema inmunológico del cuerpo, la inflamación en las articulaciones y el medio ambiente, juegan un papel en el desarrollo de la enfermedad. No es una enfermedad contagiosa.
Para saber si tiene artritis psoriásica, su médico le interrogará sobre sus síntomas y le realizará un reconocimiento físico. Asimismo, podrá solicitarle exámenes radiológicos y en sangre.
Para lograr el tratamiento precoz y agresivo de la artritis psoriásica se requiere de una categoría de fármacos llamados antirreumáticos modificadores de la enfermedad o FARME,(metotrexato, leflunomide, sulfasalazina, etc ) y una nueva subcategoría conocida como modificadores de la respuesta biológica (MRB) también llamados simplemente biológicos (cimzia, enbrel, humira, simponi, etc). También se utilizan para el manejo de los síntomas los corticosteroides (prednisona), Los Antiinflamatorios no esteroideos (naproxeno, ibuprofeno).
En la Artritis Reumatoide, el sistema inmune (que normalmente ataca a las sustancias y agentes extraños al cuerpo, protegiéndolo de las enfermedades) ataca al propio organismo, produciendo inflamación de las articulaciones, dolor, deformidad y dificultad para el movimiento.
La artritis inflama la membrana sinovial, destruye el cartílago y deforma el hueso, es una enfermedad crónica y progresiva. Con un tratamiento adecuado y a tiempo se logra un control de la enfermedad.
La enfermedad es más frecuente en las mujeres que en los hombres y su causa es desconocida, pero se cree que debe haber una predisposición especial para padecerla. No es contagiosa.
El Reumatólogo debe realizar un examen físico, además puede solicitarle exámenes de sangre y radiografías de manos y pies.
Todos los medicamentos tienen efectos secundarios y, por consiguiente, aquellos que se usan para tratar la Artritis Reumatoide también los tienen. Un determinado fármaco se recomienda después de considerar que el beneficio que produce es superior al riesgo de efectos indeseables. En general se busca controlar el avance de la enfermedad previniendo el daño articular, aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida del paciente. Dentro del tratamiento incluye, anti-inflamatorios que sirven para aliviar el dolor y la inflamación a corto plazo (naproxeno, prednisolona…), fármacos modificadores de la enfermedad (Metotrexato, leflunomida, azatriopina…), biológicos (Abatacept, certolizumab…).
Consiste en un “desgaste” del cartílago articular que puede ser progresivo. El cartílago recubre el extremo de los dos huesos que forman la articulación, permitiendo que, al moverse, los huesos no rocen.
Cuando se desarrolla la artrosis, dicho cartílago pierde sus propiedades. Puede incluso llegar a desaparecer, haciendo que los extremos de ambos huesos rocen directamente, produciendo dolor. También puede ocurrir que la viscosidad del líquido sinovial disminuya, resultando menos efectivo. El hueso reacciona creciendo hacia los lados, la articulación se deforma y aparecen nódulos (pequeños bultos que se pueden palpar, resultado de ese crecimiento anormal del hueso). La artrosis se localiza con más frecuencia en manos, rodillas, caderas y columna vertebral.
Los síntomas que el paciente refiere y el examen de las articulaciones afectadas será lo que indique al médico un posible diagnóstico de artrosis. Las radiografías y la ecografía articular también pueden ser útiles.
No existe una cura y la lesión empeora con el tiempo, sin embargo, existen tratamientos que podrían desacelerar la progresión de la enfermedad y mejorar la articulación: Fisioterapia, analgésicos o anti-inflamatorios, cirugía (casos graves) o ejercicios.
La espondilitis anquilosante es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta fundamentalmente a las articulaciones de la columna vertebral, las cuales tienden a soldarse entre sí, provocando una limitación de la movilidad. Como resultado final se produce una pérdida de flexibilidad de la columna, quedándose rígida y fusionada. Con el paso del tiempo el dolor y la rigidez pueden progresar a la columna dorsal y al cuello. La caja torácica también puede afectarse, produciéndose dolor en la unión de las costillas al esternón y limitándose la expansión normal del pecho (al hinchar los pulmones) y dificultando la respiración.
No se conoce la causa de la espondilitis anquilosante. Es probable que los genes, que se pasan de padres a hijos, y el medio ambiente jueguen un papel importante.
Comienza con una lumbalgia que aparece y desaparece. Dicha lumbalgia está presente la mayor parte del tiempo a medida que la enfermedad progresa.
El dolor y la rigidez son peores en la noche, en la mañana o cuando no está activo. La molestia lo puede despertar, el dolor a menudo mejora con ejercicio o actividad, el dolor de espalda puede comenzar en el medio entre la pelvis y la columna (articulaciones sacroilíacas). Con el tiempo, puede comprometer toda o parte de la columna. La parte inferior de la columna vertebral se vuelve menos flexible. Con el tiempo, usted puede pararse en una posición jorobada hacia adelante.
Para diagnosticar la espondilitis anquilosante, el médico necesitará: Sus antecedentes médicos, un examen físico, radiografías o una imagen de resonancia magnética, exámenes de sangre.
No hay una cura para la espondilitis anquilosante. Algunos tratamientos pueden aliviar los síntomas y pueden prevenir que la enfermedad empeore. En la mayoría de los casos, el tratamiento consiste en medicamentos, ejercicio y medidas de autoayuda. En ciertos casos, la cirugía puede reparar algunos de los daños a las articulaciones. Los medicamentos incluyen: Los medicamentos antinflamatorios no esteroides (AINE), los corticoesteroides, los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad, los agentes biológicos.
La palabra fibromialgia (FM) significa dolor en los músculos y en el tejido fibroso (ligamentos y tendones). La fibromialgia se caracteriza por dolor musculoesquelético generalizado y sensación dolorosa a la presión en unos puntos específicos (puntos dolorosos). La fibromialgia es frecuente, casi todos sus síntomas son comunes a otras alteraciones y además no tiene una causa conocida. En cuanto a la naturalez de la enfermedad hay que aclarar que la fibromialgia no tiene nada que ver con el cáncer, no destruye las articulaciones, y no ocasiona lesiones irreversibles ni deformidades.
No se conoce la causa de esta alteración, pero se piensa que hay muchos factores implicados (Consecuencias de una infección vírica, trauma muscular, alteraciones del flujo sanguíneo, hay casos que tienen un origen genético y muchas veces va de la mano con la depresión).
La fibromialgia se diagnostica sólo después de que se elimina la posibilidad de otras enfermedades con síntomas similares. Primero, se hace un historial médico del paciente y un examen físico completo, se hacen análisis de sangre y radiológicos, tales como rayos X, para revisar los músculos y los nervios, se puede hacer un análisis eléctrico conocido como electromiografía. En la actualidad, no hay exámenes de laboratorio que puedan diagnosticar la fibromialgia; los exámenes de laboratorio son inefectivos para revelar una causa fisiológica del dolor.
Un médico familiarizado con la fibromialgia puede hacer un diagnóstico basado en dos criterios establecidos por la Academia Americana de Reumatología: Una historia de dolor extendido por un lapso mayor a tres meses y la presencia de puntos neurálgicos o dolorosos (11 de los 18 que se muestran en la imagen. Se considera que un dolor es extendido cuando afecta todos los cuatro cuadrantes del cuerpo; esto es, para que se le diagnostique fibromialgia usted debe sentir dolor tanto en la parte derecha de su cuerpo como en la izquierda, así como arriba y abajo de la cintura.
Hoy en día todavía no existe cura para la fibromialgia. El tratamiento consiste en manejar los síntomas.
La gota es una enfermedad producida por depósitos de ácido úrico (cristales) en las articulaciones.
Se produce por el aumento de los niveles de ácido úrico en sangre (hiperuricemia). La crisis de dolor aparece después de un consumo elevado de alcohol, de excesos alimenticios (carnes rojas grasas, vísceras, marisco, huevos de pescado, embutidos…), traumatismos, al tomar algunos medicamentos (diuréticos…), también puede aparecer en personas obesas., o al dejar el tratamiento habitual para la gota. También puede aparecer sin que haya ninguna causa.
El ataque gotoso suele aparecer por la noche de forma brusca, en forma de dolor continuo y de gran intensidad a nivel de una articulación. Se acompaña de calor, enrojecimiento e hinchazón de la articulación afectada. Puede haber fiebre.
La articulación que con más frecuencia se afecta es el primer dedo del pie. También puede afectar rodillas, tobillos. El ataque puede desaparecer luego de algunos días, pero puede retornar de vez en cuando. Los ataques adicionales por lo regular duran más tiempo.
Algunas personas pueden desarrollar gota crónica. Esto se denomina artritis gotosa. Esta afección puede llevar a daño articular y pérdida de movimiento en las articulaciones. Los tofos son protuberancias debajo de la piel alrededor de las articulaciones. Estas protuberancias pueden supurar una sustancia blanquecina.
Con las preguntas que le hará el médico y la exploración de la zona inflamada el medico podrá realizar un impresión diagnostica. Algunas veces es necesario realizar unos análisis de sangre. Cuando afecta a articulaciones grandes (rodillas…), a veces se pinchan para sacar líquido y buscar los cristales de ácido úrico.
Durante el ataque de gota habrá que tomar medicación antiinflamatoria para el dolor, hacer reposo de la articulación y aplicar frío localmente. Después de dos o más ataques de gota anuales y en situaciones especiales, hay que tomar medicación diaria para mantener bajos los niveles de ácido úrico en sangre, y así evitar nuevos ataques.
Es posible que tenga que tomar medicinas diariamente, como alopurinol, febuxostat o probenecida para disminuir los niveles del ácido úrico en la sangre.
Usted puede necesitar estos medicamentos si:
Hay que evitar el sobrepeso, disminuir o evitar el consumo de alcohol, y evitar la ingesta de ciertos alimentos.
El sistema inmunitario está diseñado para combatir las substancias ajenas o extrañas al cuerpo. En las personas con lupus, el sistema inmunitario se afecta y ataca a las células y tejidos sanos. Esto puede causar daño a varias partes del cuerpo como las articulaciones, la piel, los riñones, el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos y el cerebro. Esta enfermedad es más común en las mujeres. Se desconoce su causa, pero los genes juegan un papel importante, además de otros factores que contribuyen a la aparición de la enfermedad.
Existen varios tipos de lupus. El más común es el lupus eritematoso sistémico, que afecta a muchas partes del cuerpo.
Los síntomas pueden aparecer y desaparecer. Cuando los síntomas aparecen se llaman BROTES. Los brotes varían de moderados a fuertes.
Para obtener un diagnóstico, su médico deberá considerar, entre otras cosas:
El lupus no se cura con medicamentos, pero sí se puede controlar. Es importante hacer hincapié en la importancia de los controles médicos, cuya frecuencia dependerá de la situación clínica.
Entre los medicamentos utilizados están: Los antiinflamatorios, los corticoides, los antipalúdicos, los inmunosupresores (sólo cuando hay complicaciones importantes) y la terapia biológica. Cualquiera de estos medicamentos debe estar bajo estricto control del especialista; todos ellos pueden causar efectos secundarios que sólo él debe manejar.
Las mujeres en edad fértil deben tener un estricto control de la natalidad. Las que deseen quedar en embarazo deben consultar inicialmente con su médico tratante, ya que cualquiera de estos tratamientos puede afectar al desarrollo normal del feto o incluso causar la esterilidad. Además existe un riesgo de que la enfermedad empeore durante o después del embarazo. El lupus en sí mismo no produce osteoporosis (pérdida de densidad de los huesos), pero puede ser uno de los efectos secundarios del tratamiento, por lo tanto debe recibir tratamiento con calcio y vitamina D.
La mayoría de los pacientes con lupus pueden llevar una vida normal. Los factores que más influyen en el pronóstico de la enfermedad son la función renal, la presencia de anemia y la afectación del sistema nerviosos central. De tal forma que las causas más frecuentes de muerte son las infecciones, la falla renal y las lesiones neurológicas. Se hace imprescindible la PARTICIPACION ACTIVA DEL PACIENTE EN EL TRATAMIENTO: ESTAR INFORMADO DE SU ENFERMEDAD, RECONOCER LAS SEÑALES DE ALERTA ANTES DE QUE OCURRA UN BROTE Y NO DUDAR EN CONSULTAR CON SU MEDICO TRATANTE.
La osteoporosis es una enfermedad esquelética en la que se produce una disminución de la densidad de masa ósea. Así, los huesos se vuelven más porosos, aumenta el número y el tamaño de las cavidades o celdillas que existen en su interior, son más frágiles, resisten peor los golpes y se rompen con mayor facilidad.
En ocasiones, la pérdida ósea sucede sin una causa conocida. Otras veces, la pérdida ósea y los huesos delgados son hereditarios. En general, las mujeres de raza blanca de la tercera edad tienen más probabilidades de presentar pérdida ósea.
Los huesos frágiles y quebradizos pueden ser causados por cualquier cosa que haga que su cuerpo destruya demasiado hueso o que evite que su cuerpo forme suficiente hueso nuevo. Conforme envejece, su cuerpo puede reabsorber calcio y fosfato de sus huesos, en lugar de mantener estos minerales en ellos. Esto hace a sus huesos más débiles.
Un riesgo significativo es no contar con suficiente calcio para formar nuevo tejido óseo. Es importante comer suficientes alimentos altos en calcio. También necesita vitamina D, porque esta le ayuda a su cuerpo a absorber el calcio.
La osteoporosis se denomina epidemia silenciosa porque no manifiesta síntomas hasta que la pérdida de hueso es tan importante como para que aparezcan fracturas. Las fracturas más frecuentes son las vertebrales, las de cadera y las de la muñeca.
La osteoporosis se diagnostica mediante la cuantificación de la densidad mineral ósea (DMO) y esto se realiza mediante una densitometría, que permite predecir el riesgo de fractura en pacientes sin ningún hueso roto. El valor que define la presencia de osteoporosis es un T-score menor o igual a -2.5 desviaciones estándar. Por otro lado, la osteoporosis establecida se define como la presencia de 1 o más fracturas por fragilidad.
El objetivo del tratamiento de la osteoporosis es la reducción del número de fracturas por fragilidad.
Tambien existen tratamiento antirresortivo, osteoformador o mixto que es aquel que evita la pérdida de masa ósea (Alendronato, Zoledronato o Denosumab).
Es una enfermedad autoinmune, en la que el sistema inmune, que es un complejo mecanismo de defensa que poseemos frente a las infecciones, se altera y ataca al propio organismo. En el síndrome de Sjögren, las células del sistema inmune llamadas linfocitos invaden y destruyen las glándulas de secreción externa, que son las encargadas de producir los líquidos que lubrican la piel y las mucosas. También pueden afectarse otros órganos o sistemas, como pulmones, riñones, aparato circulatorio o el sistema nervioso, por lo que se dice que es una enfermedad sistémica.
Se desconoce la causa. Es un trastorno autoinmunitario, lo cual significa que el cuerpo ataca por error al tejido sano. El síndrome ocurre con mayor frecuencia en mujeres de 40 a 50 años y es poco frecuente en niños.
El síndrome de Sjögren primario se define como resequedad en los ojos y la boca sin otro trastorno autoinmunitario. El síndrome de Sjögren secundario ocurre solo con otro trastorno autoinmunitario como: Artritis reumatoidea, Lupus eritematoso sistémico, Esclerodermia, Polimiositis.
No existe un síndrome de Sjögren igual que otro. En algunos pacientes los síntomas son muy molestos, incluso graves y en otros casi pasan desapercibidos. Sin embargo, los siguientes síntomas aparecen en la mayoría de los pacientes:
El diagnóstico se realiza mediante una visita médica, que incluye una historia clínica y exploración minuciosas, análisis de laboratorio y pruebas específicas que confirmarán la existencia de sequedad en la boca o en los ojos.
Está dirigido a aliviar notablemente los síntomas y limitar los efectos perjudiciales que puede ocasionar la sequedad crónica de los ojos y de la boca.
Síntomas oculares: pueden mejorar con medidas dirigidas a mantener la humedad en los ojos, como la utilización de lágrimas artificiales, varias veces a lo largo del día, y humidificadores ambientales en la casa, por la mañana, después de levantarse, es útil poner un paño o gasas húmedas sobre los ojos, durante varios minutos; debe evitarse la evaporación de las lágrimas durante la noche, por lo que son útiles los ungüentos oculares, muchos pacientes toleran mal la luz del sol y mejoran utilizando gafas de sol.
Sequedad de la boca: pueden aliviarse con salivas artificiales. Se aconseja beber agua a menudo, mezclada con unas gotas de limón. Los chicles o los caramelos, siempre sin azúcar, y la administración de pilocarpina pueden ser útiles para estimular la producción de saliva, la higiene bucal es indispensable para evitar las caries y las infecciones.
Sequedad de la vagina: mejora con lubrificantes y es aconsejable realizar visitas periódicas al ginecólogo.
El tratamiento con medicamentos depende, generalmente, de la aparición de otros síntomas. Se usan antiinflamatorios no esteroideos, antipalúdicos, dosis bajas de corticoides. En caso de complicaciones graves, especialmente vasculitis, pueden necesitarse dosis altas de corticoides y medicamentos inmunosupresores.
Es una enfermedad crónica en la cual el cuerpo no puede regular la cantidad de azúcar en la sangre.
La insulina es una hormona producida por el páncreas para controlar el azúcar en la sangre. La diabetes puede ser causada por muy poca producción de insulina, resistencia a la insulina o ambas.
Un análisis de orina puede mostrar niveles altos de azúcar en la sangre. Su médico puede sospechar que usted tiene diabetes si su nivel de azúcar en la sangre es superior a 200 mg/dl. Para confirmar el diagnóstico en necesario realizar: Prueba de glicemia en ayunas, examen de hemoglobina A1c (A1C) y prueba de tolerancia oral a la glucosa.
La diabetes tipo 2 se puede contrarrestar con cambios en el estilo de vida, especialmente bajando de peso con ejercicio y comiendo alimentos más saludables. Algunos casos de diabetes tipo 2 se pueden mejorar con cirugía para bajar de peso.
No hay cura para la diabetes tipo 1.
El tratamiento tanto de la diabetes tipo 1 como de la diabetes tipo 2 consiste en medicamentos (antidiabéticos orales o insulina), dieta y ejercicio para controlar el nivel de azúcar en la sangre.
Para prevenir las complicaciones de la diabetes, visite a su médico por lo menos de 2 a 4 veces al año. Coméntele acerca de los problemas que esté teniendo.
Es una molestia o dolor que se siente en algún punto a lo largo de la parte frontal del cuerpo entre el cuello y el abdomen superior.
Problemas cardiovasculares que pueden causar dolor precordial.
Angina o un ataque cardíaco: El síntoma más común es el dolor en el pecho que se puede sentir como dolor opresivo, presión fuerte o dolor constrictivo. El dolor se puede irradiar al brazo, el hombro, la mandíbula o la espalda.
Una ruptura de la pared de la aorta, el gran vaso sanguíneo que lleva la sangre del corazón al resto del cuerpo, (disección aórtica) causa dolor intenso y súbito en el tórax y en la parte superior de la espalda.
La hinchazón (inflamación) en el saco que rodea el corazón (pericarditis) causa dolor en la parte central del pecho.
También el dolor en el pecho puede deberse a problemas pulmonares o digestivos como un coagulo de sangre en el pulmón, neumonía, colapso de pulmón, ulcera gástrica, reflujo gastroesofágico. Así mismo, los ataques de pánico o la distención de los músculos pueden generarle ese intenso dolor.
Contacte a su médico o diríjase a urgencias si:
Tiene antecedentes familiares de cardiopatía.
Fuma, consume cocaína o tiene sobrepeso.
Tiene colesterol alto, hipertensión arterial o diabetes.
Ya padece una cardiopatía.
Su tratamiento siempre se va a elegir según la causa que ha provocado la molestia (por ejemplo, el tratamiento para una angina de pecho). El tratamiento a largo plazo para el dolor en esta zona por una enfermedad coronaria va desde el cambio del estilo de vida (alimentación más sana, aumentar la actividad física y abandonar el tabaco) hasta el uso de medicación, pasando por intervenciones quirúrgicas (por ejemplo, implante de un bypass).El cuadro de dolor precordial que no mejore o se intensifique puede que sea un infarto al miocardio, debe informar y acudir de forma inmediata a su médico.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad pulmonar común. La EPOC causa dificultad para respirar.
Hay dos formas principales de EPOC: Bronquitis crónica, la cual implica una tos prolongada con moco y Enfisema, el cual implica un daño a los pulmones con el tiempo.
En casos raros, los no fumadores que carecen de una proteína llamada alfa-1 antitripsina pueden presentar enfisema. Otros factores de riesgo para la EPOC son:
Los síntomas pueden incluir cualquiera de los siguientes:
El mejor examen para la EPOC es una prueba de la función pulmonar llamada espirometría. Esta consiste en soplar con tanta fuerza como se pueda dentro de una máquina pequeña que evalúa la capacidad pulmonar.
Usar un estetoscopio para auscultar los pulmones también puede servir. Las imágenes de los pulmones como radiografías y tomografías computarizadas, pueden ser útiles. Los pulmones pueden parecer normales incluso cuando una persona tiene EPOC cuando se usa una radiografía del tórax. Una tomografía computarizada normalmente muestra señales de EPOC.
No hay ninguna cura para la EPOC. Sin embargo, hay muchas medidas que se pueden tomar para aliviar los síntomas e impedir que la enfermedad empeore.
Si fuma, ahora es el momento de dejar el cigarrillo. Esta es la mejor manera de reducir el daño pulmonar.
Los medicamentos empleados para tratar la EPOC incluyen:
Es la elevación persistente de la presión arterial por encima de los valores establecidos como normales por consenso. Se ha fijado en 140 mm Hg para la sistólica o máxima y 90 mm Hg para la diastólica o mínima.
Uno de sus mayores peligros es que se trata de un mal silencioso, usted puede tener la tensión arterial elevada y no mostrar síntomas.
La hipertensión, por tanto, es la señal de alerta de un mayor ” riesgo cardiovascular”: problemas cardíacos (infarto, angina o insuficiencia cardíaca), renales (insuficiencia renal) y cerebrales (hemorragia o infarto cerebral y a la larga demencia).
No se han encontrado causas específicas. Sin embargo, existen algunos factores que hacen que se tenga mayor riesgo de padecerla: consumo elevado de sal, alcohol, tabaco, falta de ejercicio o estrés.
Factores de riesgo: historia familiar, sedentarismo, dieta no saludable y sobrepeso.
La hipertensión, salvo que sea severa, no suele producir síntomas. En la mayoría de los casos su descubrimiento es casual. A veces, puede asociarse a dolor de cabeza, inquietud, nerviosismo o hemorragia nasal espontánea, entre otros.
El exceso de la presión de la sangre daña el sistema vascular, por lo que cualquier órgano puede resultar afectado debido principalmente al desarrollo de arterioesclerosis.
En el hipertenso, el corazón debe realizar un mayor trabajo, provocando que las paredes del mismo aumenten de tamaño, por lo que necesitan más sangre para alimentarse, cuando las arterias no son capaces de aportársela por la arterioesclerosis, se produce angina o infarto de miocardio.
En caso de hipertensión moderada, un plan programado de dieta y ejercicio físico puede que sea todo lo que necesite. Existen una serie de circunstancias (hábitos dietéticos y estilo de vida), que están asociadas a la elevación de los niveles tensionales.
Si esto no es suficiente, existe un gran arsenal de medicamentos para suplementar estas medidas. Su médico decidirá qué tipo de medicación es la adecuada para usted y la dosis que debe tomar. No obstante, no olvide que el hecho de tomar “pastillas” para su hipertensión, no implica que usted pueda dejar de hacer la dieta y el ejercicio que le han recomendado.
Ponga la alarma de su reloj a la hora de la toma del medicamento, coloque las pastillas en un lugar visible, pida ayuda a sus familiares para que se lo recuerde, procure tener las pastillas en casa antes de que se acaben, si se da cuenta de algún olvido, tómela antes de finalizar el día, si cree que el tratamiento le produce efectos molestos, que es inútil o tiene alguna duda, consulte con su médico.
La insuficiencia cardiaca ocurre cuando el corazón no bombea sangre suficiente para satisfacer las necesidades del cuerpo. Como resultado, se produce una acumulación de líquido en las piernas, los pulmones y otros tejidos del cuerpo.
La insuficiencia cardiaca, en general, se produce lentamente después de una lesión en el corazón. Algunas lesiones incluyen un ataque cardiaco, hipertensión no tratada o una válvula cardiaca enferma.
Las causas más frecuentes son las siguientes: Arteriopatía coronaria, ataque cardiaco previo (infarto de miocardio), presión arterial alta (hipertensión), enfermedad valvular, enfermedad cardiaca congénita, miocardiopatía, endocarditis, miocarditis (infección en el corazón), diabetes.
Los síntomas de la insuficiencia cardiaca no siempre son evidentes.
En las primeras fases, algunas personas pueden no presentar síntomas.
En los casos más evidentes, puedes presentar varios síntomas, como los siguientes:
Dificultad respiratoria, hinchazón de pies y piernas, falta de energía, cansancio, dificultad para dormir en la noche debido a problemas respiratorios, abdomen sensible o hinchado, pérdida de apetito, tos con mucosidad espumosa o flema, micción frecuente durante la noche, confusión y problemas de memoria.
Solo tu médico puede decir si tienes insuficiencia cardiaca y cuánto ha progresado la patología. Tu médico revisará tus antecedentes médicos, familiares y tu estilo de vida. Como parte de tu examen físico, se revisará, además del corazón, los pulmones, el abdomen y las piernas, para ver si hay signos de insuficiencia cardiaca.
Para descartar o confirmar el diagnóstico, tu médico puede pedir una o varias pruebas diagnósticas: Ecocardiograma, electrocardiograma (ECG), radiografía de tórax, prueba de esfuerzo o cateterismo cardiaco. También puede realizar un seguimiento de tu fracción de eyección en el tiempo.
El medico podrá ordenar cambios en el estilo de vida, le prescribirá medicamentos, quizás usted requiera el uso de dispositivos o cirugía cardiaca.
La neumonía es una infección de los pulmones, que provoca inflamación y que se llenen de fluidos o pus los pequeños sacos de aire de los pulmones (alvéolos), esto le provocará dificultad para respirar, tos y otros síntomas. Puede propagarse a través de gotitas de saliva cuando una persona enferma tose o estornuda.
Virus: Adenovirus, gripe, influenza, rinovirus.
Bacterias: Estreptococo, estafilococo, neumococo.
Hongos: histoplasma capsulatum, blastomyces dermatiditis.
El tratamiento depende de la causa de la neumonía (bacteriana, viral u otra) y la gravedad de la misma. La mayoría de los casos se pueden tratar en el hogar; sin embargo, si usted está muy enfermo/a o tiene un alto riesgo de complicaciones, su médico podría hospitalizarlo/a:
El síndrome coronario agudo es un término utilizado para describir una variedad de afecciones asociadas a una reducción repentina del flujo sanguíneo al corazón.
Generalmente es la causa de la acumulación de depósitos grasos (placas) en y sobre las paredes de las arterias coronarias y en los vasos sanguíneos que transportan el oxígeno y los nutrientes a los músculos cardíacos. Cuando un depósito de placas se rompe o se abre, se forma un coágulo sanguíneo. Este coágulo obstruye el flujo sanguíneo hacia los músculos cardíacos. Cuando el suministro de oxígeno de las células es demasiado bajo, las células de los músculos cardíacos pueden morir. La muerte de las células, que resulta del daño a los tejidos musculares, es un ataque cardíaco (infarto de miocardio). Cuando el síndrome coronario agudo no termina en muerte celular, se llama angina de pecho inestable.
El Diagnóstico se basa en los síntomas que le refiera al médico, en los resultados de exámenes que le realicen como un electrocardiograma o exámenes de sangre como enzimas cardíacas.
Los objetivos del tratamiento son mejorar el flujo sanguíneo, tratar las complicaciones y prevenir problemas futuros, según el caso se puede requerir intervención coronaria percutánea o un bypass coronario.